Se hunde con su barco

¿Què haces cuando te enteras que el palacio que una vez fue hoy no es más? ¿Què haces cuando tus vigas una vez de hierro hoy son seda de un cigarro en el olvido? Esas preguntas empuñadas con amargura son capaces de desgarrar las velas del mas valiente corsario y dejarlo entre el silencio y la soledad de los mares sin nada mas que un horizonte lleno de nada. Sobre tu cabeza bailan carroñeros de alas largas a la espera de tu cese de juventud sin importar su escenario ni su musica y en sus ojos se ve el terror de los tuyos reflejado, dejando ver entre ese oscuro diamante el dolor premonitorio que ha de acechar tu cruz. ¿Qué haces cuando tu tripulacion ya no responde? Un timón gira desquiciado entre naves de vapor y tus manos sangran por detener la inercia. Es tarde, y peor, sabes que es tarde. Ya tu mente la domina un titan de duras sombras que lejos de servir a la luz es el creador de los demonios de tu temido inframundo. En sus manos sostiene el globo inerte, en su boca tu corazon. De repente sus carcajadas coalicionan en tu ser y comprimen incluso armaduras forjadas por tu dios. ¿Què hacer entonces para liberarte de las jaulas que te privan de libertad? Ya no sos nada, ya no queres ser nada. De un momento a otro los arcoiris se tiñen de gris y el resplandor del cielo azul se viste de funeral; las aguas burbujean hedores fetidos que alivian a tu cuerpo de tu vida; las sirenas, brujas del oceano, ensayan cantos al unísono solo para verte caer y querés, o mejor dicho, no.

¿Què haces cuando tu sancho es hoy quijote, y mejor dicho, no de alma sino mente? Tu bastón es hoy de arena; tus ojos, de madera; la citara sin cuerdas es el motivo de tu festín. Quiero ir hasta aquel viejo continente que ocupa hoy mi compañero pero no puedo, está en el medio un obstaculo a superar, están las 20.000 leguas de agua salada sobre mi que me distancian de ese mar, que me distancian de ese ser. Yo no puedo profesar algo que no puedo comprender y eso provoca en la corte de mi reino una oscura rebelion. ¿Quien es el autor de estas palabras? ¿Quien osa a atentar contra los cielos? Claro, es ella, no puede ser sino Eris la que intente destronar a nuestro amo y señor. Sus palabras son tifones en el medio de este afán de gobernar la tierra que destruyen los veleros q surcan mi emocion...

Y uno corre, no le queda más que correr. Llega al humedo galpón que hospeda su pálida voluntad. Buscar luz en la noche se hace cada vez más familiar. Ya tu fuego comienza a ceder lugar al frío de la soledad dejándote sin tesoro mas llenas tus manos de impotente lamento.

Se escuchan en cubierta los pasos del fiero titán que comanda la nave que una vez gobernaste. Las lagrimas que caen de tus mejillas no hacen sino prender la mecha del odio que hoy explota hacia vos. Sabés que es culpa tuya, sabés también que hay solucion y sin embargo, no basta porque nada va a quitar de tu alma la decepcion que vos mismo te brindaste y esperás que esa energía se convierta en fuego amigo pero con el miedo siempre presente de destroze tu casco por estar fuera de control.

Por favor, titan, deja el timón. Febo, te pido vuelvas a brillar. Y si es mi voluntad lo que veo en la lejania, nadaré hacia ella así tenga que cruzar este mar que no contiene más que lagrimas.

Comentarios

Human Being ha dicho que…
Profundos tintes de desesperanza. Pero penetrantes.
Espero que no te moleste mi comentario amigo mio,solo que no se si mucha gente visita estos pagos de navegacion interior.
Un saludo caballero.
Anónimo ha dicho que…
te veo el miercoles en la fiesta

Entradas populares de este blog

Los nostálgicos

Me cago en Casciari

Mirar los monitores